Buenos días:
Les comunico que no quiero dirigir esta empresa si ustedes me consideran una cuota, un porcentaje. Yo quiero ser valorada por mi talento, porque el género no debe definir las profesiones ni las posiciones. Quiero también ganar lo mismo que un hombre, y que no me midan en 90/60/90.
No quiero morir cada día tras una paliza, un abuso… ni liderar el paro, ni protagonizar los programas de conciliación de las empresas.
No quiero que mi cuerpo sea mercancía para ningún negocio, ni que la precariedad, la pobreza y la vulnerabilidad tengan rostro de mujer.
Que no me exijan ser buena madre, hija, esposa y trabajadora. Quiero poder elegir. Que ser imperfecta sea algo normal.
No quiero ver a los hombres en el bando contrario, pero quiero que la igualdad sea un valor para las empresas y un derecho a defender entre las personas que creemos en la diversidad y el talento sin etiquetas.
Que no me exijan ser buena madre, hija, esposa y trabajadora. Quiero poder elegir. Que ser imperfecta sea algo normal.
No quiero ver a los hombres en el bando contrario, pero quiero que la igualdad sea un valor para las empresas y un derecho a defender entre las personas que creemos en la diversidad y el talento sin etiquetas.
Si tengo que tapar mi rostro y ocultar mi identidad, yo no quiero dirigir esta empresa.
Ahora es el momento, “ponle talento”.